Cómo no, los buenos inventos siempre tienen que acabar sirviendo a fines no tan positivos. Los drones, que están en el ojo del huracán por la posibilidad de que se conviertan en los repartidores del futuro, han protagonizado un caso no demasiado favorable en Maryland, Estados Unidos. Las autoridades detuvieron a dos hombres que tenían la intención de usar drones para introducir todo tipo de cosas a los presos que están en la cárcel North Branch Correctional Institution.
El plan era hacer volar a los drones por encima de las murallas transportando un lote de multitud de elementos “necesarios” para la vida del preso. Desde armas hasta marihuana sintética o tabaco natural, entre otras cosas. Las autoridades también han descubierto que entre el alijo de cosas que se querían introducir en prisión había películas para adultos en DVD. Y no han podido evitar preguntarse porqué enviarían este tipo de contenido que tan difícilmente se podría reproducir sin ser capturados por los guardas. Pero es algo que queda en el misterio de la fechoría.
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